No tenía muy claro cual era mi “mitopia”, así que elegí la
que más presente tengo, la de mis gatos, que cazan moscas y duermen mientras
hago los deberes.Los gatos caseros, aparentemente, no tienen obligaciones,
viven el presente y tienen todas sus necesidades básicas cubiertas, por lo que
ni se crean problemas ni tienen de que preocuparse. Además tienen todo el tiempo libre del mundo y hacen lo que les apetece (dentro de sus posibilidades).
Es verdad, que es un cambio difícil de imaginar e incluso
egoísta al que cada uno le veremos nuestras propias pegas, pero teniendo en cuenta
que los problemas que tengo son más míos que del medio en el que vivo, en vez de cambiar un
medio difícil de mejorar desde un punto de vista individual y egoísta, me
cambio a mí, convirtiéndome en un gato que apenas piensa y vive sin
preocupaciones.
Ramón Royo Pina
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