martes, 12 de junio de 2018

MITOPÍA: IMAGINA UN MUNDO DIFERENTE

Las personas para mí deberían ser respetuosas tanto con las personas como con el medio ambiente, solidarias porque el egoísmo ha creado esta sociedad tan individualizada, sinceras ya que es difícil encontrar esa cualidad en la gente, lectoras y cultas con las que mantener conversaciones fructíferas y pasar un buen rato acompañado de un té, que busquen la igualdad en todos los aspectos posibles, deberían solucionar los conflictos dialogando y tomando decisiones que favorezcan a todos a ser posible, a parte de limpias, responsables, humildes, bondadosas, leales, en paz con el entorno… 
Sueño con un entorno que tenga un clima sin desbarajustes como los que sufrimos actualmente, es decir, si es verano que haga calor o si es invierno que nieve… Nada de un día lluvia, al otro frío y al siguiente un calor mortal. Desearía que pudieras adaptarnos y prepararnos con cada estación y sobrevivir perfectamente, ir recolectando por ejemplo.
Viviríamos en pequeñas aldeas, sin la sobre población que hay, divididas en sectores. Uno sería donde se harían reuniones para hablar las cosas, exponer opiniones para mejorar tanto la convivencia como el funcionamiento, sería un lugar donde crear leyes que favoreciesen a todos o como repartirnos los trabajos. Otra parte donde estuvieran las viviendas, no muy grandes, de madera y acogedoras, todos seriamos vecinos y utilizaríamos el trueque, aquí cada uno se controla a sí mismo sin necesidad de nadie superior o una moneda.
No necesariamente habría escuela aunque si un espacio destinado para ello, para días de lluvia o frío; la educación al aire libre normalmente y se basaría en la supervivencia, en cómo construir cosas prácticas para sobrevivir o los valores correctos para mantener la convivencia y para ser respetuosos con todo. Desgraciadamente también habría que aprender a cazar por si el tiempo destruyera las cosechas o tuviéramos algún percance pero solo se usaría si es estrictamente necesario, nunca por diversión. Habría libros hechos con cáñamo, que relataran historias, fueran ensayos o cuadernos de dibujos, el arte en esta utopía estaría muy presente.
Habría días en los que nos reuniríamos e iríamos a andar y a buscar lugares tranquilos en los que meditar, oír la naturaleza…
Las creencias serían respetadas siempre y cuando promovieran el amor y el respeto.
Las drogas sintéticas estarían prohibidas y las naturales solo podrían consumirse en días puntuales… Todo en exceso es malo y más si destruye lo que en mi opinión es tan valioso, la mente.
Laura García

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