El origen de la no violencia activa como método se relaciona con el movimiento de independencia indio y las enseñanzas de Gandhi (S.XX), otros movimientos pacifistas importantes en la historia han sido la lucha de los derechos civiles en EE.UU. (1955) o el movimiento contra la guerra de Vietnam (1963-1975).
Actualmente también vemos actuaciones de no violencia activa ya que la conciencia cada vez es mayor, numerosa manifestaciones pacíficas se producen todos los años en la mayoría de los países.
En España hace unos años tuvo lugar el 15-M, un movimiento ciudadano que a través de diferentes actuaciones pacíficas buscaba un cambio en la forma de poder establecida, y en nuestra ciudad, Teruel, también podemos ver ejemplos de actuaciones no violentas como en el movimiento ciudadano “Teruel existe” nacido en 1999. A través de la movilización y reivindicación ciudadana intentaba conseguir mejoras en las comunicaciones, para ello se realizaron muchas manifestaciones, varios paros y una huelga general.
Si queremos No-Violencia es porque aceptamos tranquilamente comportamientos violentos, existencias de guerras, venta de armas, exigimos castigos duros… Cuando hablamos de intervenciones policiales, represión de manifestaciones, intervenciones militares, etc., el hecho se carga inconscientemente de una increíble legitimidad. Hay una necesidad de que exista un cuerpo con legitimidad para ejercer la violencia y guardar el orden, sin ni siquiera hacer cuestionar los cimientos de ese orden y sus injusticias.
¿Estamos dispuestos a prescindir de la violencia en cualquier caso?
Si queremos que esta utopía algún día se pueda, en su mayor parte, hacer realidad debemos empezar a educar desde los círculos más cercanos y en las edades más tempranas.
Camino Sánchez Ortiz
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